2. Tratamiento farmacológico del dolor de espalda
Un desequilibrio físico suele provocar dolor de espalda. Este dolor provoca, por ejemplo, que la persona afectada adopte una postura de alivio, que a su vez puede provocar más dolor. Este círculo vicioso de dolor, restricción de movimientos y tensión puede romperse tratando el dolor con medicamentos.
Las enfermedades reumáticas inflamatorias, como la artritis reumatoide, desencadenan dolores de espalda específicos que pueden tratarse con medicación especial. La medicación relajante muscular también puede romper el círculo vicioso, sobre todo si la tensión es la causa principal del dolor. Siempre debe comentar el uso de medicamentos con su médico, ya que puede tener contraindicaciones que desaconsejen su uso.
Quien tome medicamentos durante un periodo prolongado sin consejo médico o supere la dosis recomendada, se arriesga a sufrir graves consecuencias.
En cualquier caso debe pedir consejo a su médico sobre qué medicación es más eficaz y menos arriesgada para su dolor de espalda. En caso de efectos secundarios, hay que acudir inmediatamente al médico. El tratamiento adecuado del dolor con medicación es muy individual y lo determina el médico que le trata.
3. Cirugía para el dolor de espalda
Sólo en casos excepcionales, como lesiones vertebrales graves con riesgo de lesión de la médula ósea, es necesaria una intervención quirúrgica inmediata; de lo contrario, tras sopesar la necesidad y los riesgos, puede planificarse a medio plazo.
Las operaciones de espalda más frecuentes son las intervenciones en el disco intervertebral y el estrechamiento de los conductos vertebrales (estenosis del conducto vertebral). En las dos últimas décadas, se han establecido los procedimientos microquirúrgicos mínimamente invasivos.
Sin embargo, la cirugía por sí sola no basta. Tras la cirugía, la fisioterapia es importante para la reconstrucción muscular y la recuperación de la sensibilidad corporal. El equilibrio, la flexión, el giro y la elevación forman parte del programa, así como el entrenamiento de la marcha. Las ortesis de columna vertebral ayudan a mantener los resultados de la operación, sobre todo durante las primeras semanas. Debe decidirse de forma individual si es más adecuada la terapia ambulatoria o las medidas de rehabilitación hospitalaria.